Estadio Algarve de Faro. Sábado 21 de marzo de 2009. Pasaban las once de la noche (hora española) cuando con sonrisa radiante, el capitán del Benfica, Nuno Gomes, levantaba al cielo del Algarve la Copa de Liga. El encuentro entre el equipo benfiquista y el Sporting Clube de Portugal había sido reñido, vibrante y tosco, propio de un derby de esta importancia. Además, los fallos arbitrales contribuyeron a equilibrar el resultado (1-1). Así pues, la final se sentenciaría en los penaltis. Y en el punto fatídico, las águilas fueron los mejores (3-2). El Sport Lisboa e Benfica se adjudicaba la segunda edición de la Copa de la Liga portuguesa.
Estadio Nuevo Wembley. Domingo 1 de marzo de 2009. En el palco del mítico estadio londinense, reconstruido, eso sí, el capitán del Manchester United alzaba el título de la Carling Cup (Copa de la Liga inglesa). El partido ante el Tottenham había sido muy reñido, y no encontró goles ni durante los 90 minutos, ni durante la prórroga, por lo que todo se decidiría en la tanda de penaltis. El guardameta Benjamin Foster se convirtió en héroe de la tarde al detener una pena máxima a los Spurs. Los “red devils” no fallaron, y Rio Ferdinand, el capitán, alzaba el trofeo hacia la tarde de Londres.
Vayámonos ahora hacia territorio patrio. Retrocedamos en el tiempo hasta la temporada 82-83. La Copa de la Liga acababa de crearse en España, y el proyecto rebosaba ilusión. Se esperaba que un mayor número de partidos pudiera aumentar los ingresos de los clubes, tanto por derechos televisivos, como por la afluencia al estadio. Competían los equipos de primera división, aunque posteriormente se crearon torneos con la misma denominación para las competiciones inferiores. La final se celebraba a doble partido, al igual que el resto de eliminatorias. Así pues, en 1983 se disputaba la final entre Real Madrid y F.C. Barcelona, el clásico entre los clásicos, cerraba la primera edición de esta competición. Se impuso la escuadra blaugrana, 2-2 en el Bernabéu y 2-1 en el Camp Nou. Alexanco, Víctor Muñoz, Schuster y Maradona ya tenían un título entre manos.
Sin embargo, aquel proyecto que comenzó cargado de ilusiones (especialmente económicas) finalizó estrepitosamente con apenas cuatro ediciones diputadas. La excusa que blandieron los clubes fue la sobreabundancia de partidos que saturaba el calendario. La versión no oficial dice que el proyecto no cuajó, que los campos no se llenaron y que los ingresos televisivos fueron mucho menores de lo esperado. La realidad es que nos quedamos sin Copa de la Liga, una competición que goza de un éxito importante en Inglaterra o Portugal, y en que en nuestro país no pudo, o no supo cuajar. No obstante, en la retina de los amantes del balompié permanecerá aquella primera y vibrante final, con dos partidos para la historia y con la participación de Santillana, Alexanco, Juanito y Diego Armando Maradona.
Fotos: Marca.
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